sábado, 27 de abril de 2013

Mr. Fahrenheit in Heidelberg III + Saarbrücken

Después de bastante tiempo contando qué tal han estado mis viajes por diversas ciudades europeas, vuelvo a contar qué tal me va por Heidelberg, que a pesar de ser la ciudad en la que estoy viviendo, es de la que menos hablo.

Justo antes de irme a Dresden/Berlín fueron los carnavales en Alemania, como ya os conté fuimos a Düsseldorf, pero no conté nada acerca de lo de Heidelberg, que también hubo y de hecho, fueron bastante geniales. Hubo un día entero dedicado al carnaval, en el que una cabalgata recorrió la Hauptstrasse y después una fiesta en la mensa (el comedor universitario) que duró toda la tarde hasta bien entrada la noche. La cabalgata, cuyas fotos podéis ver abajo, duró varias horas, siendo bastante larga y en la que repartían de todo; desde caramelos, hasta accesorios para las chicas pasando por klinex (sí, muy raro) y chocolatinas. 






Después de los Carnavales vinieron el fin del Wintersemester (con todo aprobado, oye) y las vacaciones, con varios viajecitos que ya conté en otras entradas y muchas fiestas, como siempre. Sin embargo poco a poco nos fuimos yendo poquito a poco hacia España en busca del sol, donde pasamos las vacaciones de Semana Santa y alguna que otra más. 

Y a la vuelta por fin cumplí la promesa de ir a ver a Pablo a Saarbrücken, que tanto había insistido, pues el vino aquí en Noviembre. Yo, me hice de rogar un poquito más. 

He de decir que aunque Saarbrücken no sea un ciudad como Heidelberg (tampoco puedo ser demasiado objetivo) es una ciudad que tiene su encanto y engancha. Pienso volver, y pronto. De hecho, no sé cómo no nos hemos visitado más a menudos, pues estamos tan solo a una hora y media, cosa que para los viajes interminables que he hecho este año, no es nada. 

Aquí unas fotos de la ciudad. 


Ayuntamiento

Palacio de Saarbrücken

Iglesia de San Luis
Y obviamente, salimos de fiesta con los amigos de Pablo, a los que conocí cuando estuvieron aquí en Heidelberg y que mejor no me pueden caer.




Ahora es Pablo el que tiene que volver a Heidelberg, y con todo el grupo otra vez. Aunque a lo mejor nos vemos en Luxemburgo antes, cosa que estaría bastante bien.

De regreso a Heidelberg, el comienzo del Sommersemester no puede estar siendo mejor. La primavera ha llegado a la ciudad y de qué manera. El ir al río al tomar el sol se está convirtiendo en una costumbre. Quedan tres meses para que esta maravilla de vida llamada Erasmus llegue a su fin, pero creo que estos tres meses van a ser increíbles.


Por lo demás, el Sommersemester significa también el regreso a la universidad, elegir asignaturas, contar créditos y restarlos, volver a hacer el learning agreement y enviar miles de correos a los profesores. Cosas que aunque sean un coñazo, echaré de menos el año que viene, ya que pienso que dan bastante independencia al universitario. 

Y obviamente, seguimos saliendo de fiesta. 



 




Y con estas fotos me despido hasta la próxima, que espero que sea una entrada sobre un viaje que ya estamos planeando.

Auf wiederlesen! 

2 comentarios:

  1. Alejandro..yo no puedo ver estas fotos por que me da penita.. ;((((
    Os quiero pequeños, un besote!!!

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  2. Ains, no nos digas eso que a nosotros también nos da mucha pena no tenerte aquí :(

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