La ciudad tiene muchas cosas que ver pero quizás de lo más conocido sea el barrio de Nyhavn, distrito de restaurantes típicos y la zona porturaria, donde se encuentran los barcos anclados. Aquí os dejo unas fotos del lugar.
Dejando atrás el barrio, se llega a la zona del puerto en sí, donde fue un placer volver a ver el mar. Y avanzando se llega a la famosa sirenita.
Sin embargo, antes de llegar a la famosa estatua también había lugares bonitos para ver.
También vimos el cambio de guardia frente al Palacio Real, el Amalienborg.
En la segunda fotografía se ve al fondo la famosa Iglesia de Mármol, un templo luterano.
También es de interés la zona que está alrededor de la estación principal de trenes, el Tívoli y el Ayuntamiento, que comunican con la calle Stroget, una de las principales de la ciudad.
También era bastante bonito el castillo-palacio de Rosenborg, en el centro de un parque precioso.
Otra de las zonas más emblemáticas de la ciudad y más características fue el barrio de Cristiania, una pequeña comunidad anárquica dentro de la ciudad, con sus propias leyes, bandera e himno.
Malmö
Sin embargo, no solamente visitamos la capital danesa, también fuimos a Malmo, una pequeña ciudad sueca que se encuentra a menos de una hora de Copenhague.
Aquí unas fotos de la ciudad.
Después de este viaje ya puedo decir que he estado en cinco países en menos de 48 horas, y estando en una capital única.