miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mr. Fahrenheit in Spanien

Die erste Wiederbegegnungen 


Es cierto, la Erasmus se me acabó, a mí y a todos aquellos que estábamos dando tumbos por Europa. Sin embargo, como os dije; Erasmus once, Erasmus forever y efectivamente se nota cuando vuelves a casa tras diez meses rondando por otros países que no son el tuyo. 

Como os conté en mi última entrada (no, no pienso dejar de escribir aunque ya haya vuelto, aunque me leáis cuatro gatos), esos cambios se van notando en la vuelta a la vida normal; la vida normal que un estudiando pueda llegar a tener en verano. Se echa mucho de menos aquello y no puedes evitar sonreír a la par que sentir algo de nostalgia cuando escuchas canciones que conociste allí o ves fotografías antiguas. Pero de ello ya hablé en la entrada anterior. 

A pesar de las expectativas que tenía en este verano, no muy buenas he de decir, el mes de Agosto y lo poco de Septiembre me han demostrado que me equivocaba. Me equivocaba y mucho. Ha sido un verano genial. Y la mayor parte se debe al gran recibimiento por la gente de aquí; no ha habido fiestas de bienvenida ni nada por el estilo, pero tampoco ha hecho falta. 

Fue Leo, la amiga pelirroja teñida que tengo a la primera que vi, esperándome en el puerto, sin pancarta de bienvenida tampoco, pero con su presencia solo bastaba. 

Obviamente, esta foto es de días después.
Y bueno, no hace falta que diga tampoco que la familia me recibió con los brazos abiertos. La comida de mamá me lo ha demostrado. Y los kilos que haya podido coger, también. 

A partir de ahí, Feria, fiesta, playa, ponernos al día con amigos a los que no veía desde hacía más de seis meses. Casi nueve, oye. Y no ha podido ir mejor. 

De cumpleaños. 
Hermanos feriantes.
En los sitios de siempre.
Piscineando en Torremolinos.
Veraneando en Chiclana.
Playeo familiar. 
Bbqs en la playa.
Aquí se puede ver que no me lo he pasado mal este mes. Y por si eso no fuera poco, pudimos reunirnos algunos de los que estuvimos de Erasmus juntos, los del territorio español claro. La excusa; la feria de Málaga. 

Sin embargo, antes tuve la visita a Cádiz de Mónica y Rocío, que estaban por Algeciras y Huelva, fue solo un día, pero nos dio tiempo a muchísimas cosas. 




Y ya luego partí para tierras malagueñas, a conocer su feria y a reencontrarme con algunos no tan viejos amigos. 





Fue muy grande volver a verlos cuando no hacía ni dos semanas que nos habíamos despedido por tierras alemanas, aunque obviamente se echó a muchos en falta. 

Ahora, se acaba el verano y empieza el curso, pero mantenemos la idea de volver a vernos; aunque sea de poco a poco. Se intentará; y la primera gran reunión puede que sea en un par de semanas por mi cumpleaños. Esperemos que salga bien.

Y con esta crónica acerca de mi verano, más corto de lo normal, me despido. 

Danke aller! 

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