viernes, 18 de octubre de 2013

Mr. Fahrenheit in Seville

La vuelta de una Erasmus no siempre es fácil; pero el verano siempre ayuda a superarlo. El fin del verano y la vuelta a la vida normal puede ser más difícil y que te recuerde mucho al fantástico año que tuviste y que se acabó hace un par de meses. Yo al menos he tenido la suerte de no sentirme tan melancólico y el comienzo del curso no ha podido ser mejor aún debido a los reencuentros y a algunas visitas a lo largo del mes.

En Agosto me tocó Cádiz y Ceuta, en Septiembre, Sevilla. Aquí también tenía grandes amigos a los que no veía desde hacía meses. Los días anteriores a comenzar la universidad nos sirvieron para ponernos al día, celebrar cumpleaños, salir de fiesta y también, despedir a los que ahora se marchan como lo hice yo hace un año. 







Y la vuelta a la UPO no fue tan horrible como parecía y supuso el reencuentro también con antiguos compañeros con los que no compartías clase desde hace un año, o dos. 



Y recién empezado el mes de octubre, visita esperadísima llegada desde Cáceres para celebrar el cumpleaños de una gran amiga. 



Y justo una semana después, mi cumpleaños. Probablemente el mejor de los que he tenido en mucho tiempo. Llegaron amigos míos de muchos lugares; Ceuta, Cádiz, de Sevilla y algunos con los que había compartido mi Erasmus en Heidelberg. Fue un cumpleaños perfecto. 







Y por último, la visita exprés de otra amiga con la que compartí mis diez meses en tierras alemanas. 


Supongo que la vuelta a Sevilla y el reencuentro con mis amigos de aquí cierra completamente el círculo de mi vuelta de Erasmus, pero eso no evita que siga viajando y que tal vez comparta mis escapadas, quién sabe.

En otro caso, ha sido genial comentar lo que ha supuesto este año completo para mí de idas y venidas.

Auf wiedersehen!